jueves, 1 de mayo de 2014

Verdadera rivalidad


Hoy quiero hablaros de un nuevo sentimiento, algo que hasta ahora no sabía que estaba ahí.

Para mi siempre ha habido un rival, el FC. Barcelona. Los que hemos nacido en los 80 siempre hemos visto como el equipo catalán era el que podía competir con el Real Madrid, era "el derbi" de España. Pero al repasar la historia y hablar con personas de generaciones anteriores siempre me decían que la verdadera rivalidad madridista era con el Atlético de Madrid. No tenía esa sensación.

Yo he vivido los años en los que el Atleti, salvo el doblete, era un equipo muy mermado, con infinitas polémicas, descenso de categoría, rachas interminables de derrotas ante el Real Madrid, cambios continuos de entrenador, Jesús Gil... Nunca lo he visto como un verdadero rival.

Desde unas temporadas atrás el Atleti ha mejorado mucho, acertando con los fichajes y llevando una buena política de club, vendiendo muy bien a sus estrellas y sin perder competitividad. Es un equipo que personalmente me cae bien, sobre todo desde que está el Cholo al frente. Comparto los valores futbolísticos que defiende el entrenador, creo que es un equipo sincero y que juega a lo que sabe, y muy bien además. Tengo este sentimiento de simpatía incluso después de que nos ganaran la final de la Copa del Rey de 2013, conseguida con todo merecimiento y que representó un duro golpe para todos los madridistas.

Pero algo ha cambiado, después de estar viviendo en Madrid durante los últimos 9 meses estoy comprendiendo porqué los más veteranos me hablaban del Atleti como el auténtico rival del Real Madrid. Y es que no he encontrado más odio al Real Madrid que la procedente de un aficionado atlético. Es un odio exacerbado, mucho mayor del que haya podido ver en ningún culé, que ha estado oculto mucho tiempo y ahora sale a relucir. Me cuesta entenderlo, es una situación nueva.

Supongo que lo que más molesta a los atléticos es precisamente este sentimiento de los madridistas como yo hacia ellos, que hasta nos cae bien su equipo, mientras ellos nos odian.

Para mí el derbi de España empieza a tornarse más madrileño, vamos a tener una ocasión irrepetible en la final de la Champions para ver esta verdadera rivalidad.

Estad atentos amigos madridistas, nos esperan muchos días de insultos, referencias a la dictadura, copas de Europa en blanco y negro, presupuesto, prepotencia, arrogancia, etc, etc.


viernes, 13 de julio de 2012

La histórica mediocridad culé.


Efectivamente solo ha hecho falta una temporada de escaso éxito para que el club blaugrana vuelva a la mediocridad a la que nos tienen acostumbrados. Según la madre del filósofo Forrest Gump “tonto es el que hace tonterías”, y últimamente desde el club blaugrana nos están abrumando a base de simplezas mentales, algunas de las cuales no presentan ni el más mínimo rastro de moralidad.

Esta temporada el Real Madrid ha superado deportivamente al club catalán, y casi de manera automática han empezado a aflorar las mediocridades que históricamente han caracterizado a este club. En primer lugar, la huida de Pep Guardiola. Al igual que las ratas y el capitán del Costa Concordia, Guardiola abandonó el barco en cuanto vio que se hundía. Se fue en el momento en el que más se le necesitaba.

Desde entonces se han sucedido una serie de noticias circenses que convierten los periódicos en noticiarios de humor a la altura de El Jueves.

El Barcelona es un club que históricamente ha sido beneficiado por los indultos de Villar. Las amnistías en el caso del cochinillo y en el caso de la Copa del Rey son ejemplos de esto que comento. Llegados a este punto me gustaría recordar un par de cosas que están cayendo en el olvido y que no podemos permitir que ocurra. El día de la vuelta de Figo al Camp Nou pasó a la historia como el día del cochinillo, pero este nombre es injustamente escaso ya que se tiraron, a parte de la cabeza de ese animal, dos botellas de whisky, bolas de billar y más de una quincena de teléfonos móviles, lo cual no provocó una nueva desgracia ya que en ese campo le abrieron la cabeza a Roberto Carlos y a Helguera, con total impunidad en otras ocasiones. Además el partido fue calentado previamente por la directiva culé y en las gradas pudimos ver pancartas con lemas tan civilizados como “Figo muérete”. El Real Madrid retiró este año una pancarta en la que se podía leer “Mou, tu dedo nos señala el camino”, y aun así la sociedad culé se escandalizó. Después del partido el presidente del Barcelona dijo que  Figo provocó al publico sacando los corners, lo cual era lo habitual en el equipo merengue. En cuanto a la espantada en Copa del Rey solo destacaré que en el partido de ida el Atlético de Madrid le había metido tres goles al club blaugrana, por lo que a parte de vergonzoso también fue un acto cobarde. Pues nada, estos indultos nunca fueron un problema, ni siquiera fueron criticados por el Real Madrid, por eso me irrita tanto tener que leer noticias como las pataletas del doble del Puma, Toni Freixa.

La última llantina indecente viene del aficionado culé. Resulta que algunas peñas del club blaugrana quieren que la Supercopa sea disputada por su filial. Proponen esto como medida de presión por el indulto a Mourinho, y también porque según ellos no somos dignos de jugar contra el Barcelona. Yo creo que un equipo que te saca 9 puntos en Liga es digno rival. Es más, recordemos que el partido de vuelta se juega en el Bernabeu, ya que el título de mayor empaque lo ganamos nosotros. Estoy totalmente convencido que la afición culé quiere hacer lo mismo que hiciera su club en la temporada 1999/2000, huir de una competición por miedo a la derrota. Derrota que se producirá sin lugar a dudas para regocijo del aficionado blanco.

martes, 26 de junio de 2012

Esencia de Barcelona.

José Miguel, uno de nuestros fieles seguidores, nos envió este artículo antes de empezar la Eurocopa. Como siempre, os invitamos a mandarnos los vuestros.

"Resulta curiosa la diferente percepción que de las cosas que tenemos los seres humanos. Si hablamos de fútbol, mucho más. Y si es de la rivalidad Madrid-Barça, no digamos.

A escasos días del inicio de la Eurocopa, con un sentido inigualable de la oportunidad, el excelente futbolista Xavi Hernández, esencia barcelonista por los cuatro costados desde la boca al pié, se despachó con unas declaraciones en las que subrayando el buen perder del Barcelona (secular, diría yo, para continuar con el discurso guardiolista decadente pero todavía imperante) decía sentir “que los jugadores del Real Madrid no se han mostrado tan respetuosos con nosotros al ganar el título como nosotros lo fuimos con ellos cuando ganamos el título”.

No voy a juzgar la inoportunidad de las mismas de igual manera que tampoco discuto el heliocentrismo ni la existencia de los Reyes Godos. Tampoco pretendo volver a entrar el manido debate de los estereotipos que se han construido estos años mostrando a Madrid y Barça como unidades dicotómicas estancas representativas del mal y el bien respectivamente. Ni siquiera pretendo volver a analizar la figura de Mourinho y si sabe perder, o el papel de la prensa en todo esto.

Siempre me sorprendió la facilidad para catalogar a alguien como mal perdedor o buen ganador. Pese a la estampa de club señor, no toda la historia blanca ha sido inmaculada. Yo me crié con dos derrotas en Tenerife, la primera con un arbitraje lamentable que años después sirvió a dicho árbitro para obtener la insignia de oro y brillantes del Barça. Y el Madrid calló. Pero calló de verdad. No de caer, de callar. Es fácil en la derrota encontrar en la queja una escapatoria. La frecuencia con la que culelandia desentierra a Franco es inigualable. Como si el caudillo, número diez a la espalda, hubiera filtrado pases a Gento, paredes a Di Stéfano o centros a Amancio.

Para mí, lo difícil, el señorío, siempre me pareció que residía más en la victoria, en el respeto al rival. Como en el rugby al terminar un partido. Y ahí creo que el Madrid ha sido siempre más modélico, y que Xavi equivoca el tiro. Juzguen los lectores. No he visto, a pesar de estos duros años de dominio del Barça, excesos entre los aficionados. El madridismo sabe que hay buen equipo, pero espera demostrarlo. Demostrarlo más años. No he visto al chulo de CR7 sacar manitas a Piqué o a Ramos decirle a Guardiola que esta liga se la quitamos a su pequeño país para traerla a España. Coño. Aunque puede que los seculares complejos blaugranas desataran en el triunfo una fuerza difícil de controlar. Pero ahí el Barça no ha tenido honor.

Y estas últimas declaraciones de Xavi, el jugador que más calienta a los árbitros, qué pitas, Undiano, qué pitas?, el que no cogió el teléfono cuando Casillas quiso arreglar el asunto (respondió su padre), ese mismo, demuestra que no, que ni en la derrota, ni en la victoria. Este es Xavi, esencia del Barça:

Junio 2012: "No pensé nunca que fuera premeditado, pero nos estaban perjudicando las decisiones arbitrales de una manera evidente. No pasa nada. Luego nos favorecieron cuando todo estaba decidido. Yo no quiero que me ayuden, me bastaría con que no me perjudiquen"

Esencia de Barcelona"