No estoy descansado. Hoy no he dormido bien y se cual es el motivo. Después de más de un mes de amenazas y advertencias por parte de Sandro Rosell, ayer habló en rueda de prensa. Efectivamente dijo aquello que nos temíamos, aquello que el madridismo no quería oír. Sin lugar a dudas nuestra mayor pesadilla. El presidente del Barcelona amenazó con romper las relaciones institucionales con el Real Madrid si volvía a ocurrir lo mismo que esta temporada. Partiendo de la base de que el Real Madrid y el Barcelona no mantienen ningún tipo de colaboración institucional y que solo mantienen relaciones los días de partido, la amenaza de Sandro fue algo así como “Si volvéis a hacer lo que habéis hecho este año ya no comeremos juntos los presidentes el día de partido”. Claro, eso me impide e impedirá conciliar el sueño durante una buena temporada.
Pero aun me gustaría ahondar más en el tema. Resulta que la actitud del Real Madrid este año ha enfurruñado al presidente culé, pero eso si, no tanto como para prescindir de esas comidas previas a los encuentros. Rosell amenaza con acabar con esas manducatorias, lo cual es una amenaza de otra época, y no me refiero a otro momento histórico si no a otra época dentro de la vida del ser humano, concretamente de la niñez, pero lo más duro es que ni siquiera le dolió tanto la actuación del Real Madrid como para acabar con esas comidas. Rosell patalea, se enfurruña y lloriquea, pero solo amenaza, no ve necesario prescindir de sus pitanzas anuales con Florentino.
Pero si analizamos las quejas de Rosell, el caso es todavía más circense. Resulta que vuelve a acusar al Real Madrid de lanzar acusaciones de dopaje al Barcelona. En este tema lo tengo bastante claro, si Rosell hubiera dado datos o pruebas de que eso es verdad, el Real Madrid debería disculparse por ello, o el club o la persona que fuera señalada como culpable. Pero resulta que no hay ni una prueba, ni una evidencia de que esas acusaciones sean ciertas. El Real Madrid, ni empleados, ni plantilla, ni cuerpo técnico ni directiva, realizó comentarios al respecto, solamente hizo un comunicado desmintiendo que estuviesen involucrados, y repitieron algo similar en boca de su portavoz Jorge Valdano. Por otra parte, el Barcelona está indignadísimo por las palabras que originaron toda esta trifulca, las realizadas por Mourinho después del partido de ida de la Copa de Europa. Anteriormente ya hubo simulación de agresiones, pelotazos al público, declaraciones como “os vamos a ganar la copa de vuestro rey” y cosas así, pero lo que originó todo según la gente que vive en Culelandia fue esto. Pues bien, como madridista no me gustó lo que dijo Mou. Realmente creo que es cierto, las dos Copas de Europa ganadas por Guardiola como entrenador están salpicadas por inmensas injusticias futbolísticas, eso no es opinable, pero todo lo que dijo de la trama, de UNICEF y la UEFA está de más y es políticamente incorrecto. Creo que Rosell tiene motivos para quejarse de esto, aunque Mou ya esté cumpliendo la pena por ello, aunque haya sido condenado antes de ser juzgado, entiendo que Rosell se enfade. Pero claro, solo alguien con la típica hipocresía culé es capaz de ver la paja en ojo ajeno y no ver la biga en el propio. Desprestigiar las dos Copas de Europa ganadas por Guardiola es un insulto a la institución y requiere amenazas al respecto, pero si Valdés desprestigia durante el mandato de Rosell las 6 en blanco y negro del Real Madrid, entonces no pasa absolutamente nada, no requiere ni la mas mínima disculpa. Eso si, dicho esto, me resulta indignante que Florentino reciba todo tipo de críticas por su actuación este año, cuando aun no ha abierto la boca.
Esto es un TBO, una pantomima y un mal chiste. Como madridista estoy encantado con la actuación de mi club, veo mal algunas cosas que ha realizado Mou pero aun así creo que está siendo desproporcionadamente culpado por ello. Pero después de lo de ayer solo puedo decir: Rosell, chato, te has lucido.
