lunes, 30 de abril de 2012

Pep, tanta paz dejes como gloria lleves.

Ya no puedo más. Tanta paz dejes como gloria lleves. Guardiola ha demostrado estos años ser un gran entrenador de fútbol. De hecho podríamos decir que es el tercer mejor entrenador español de todos los tiempos, detrás de Miguel Muñoz y sus nueve ligas y dos Copas de Europa y Vicente del Bosque, que suma dos Copas de Europa y un Mundial. Pero odio una cosa de Pep, y es que se ría constantemente de nosotros, que juegue a mentir creyendo que nos lo vamos a creer. Pues bien, yo no le creo. Yo soy de los que no tolera que salga en rueda de prensa a decir “yo no hablo de los árbitros pero…” Yo no le recordaré como el entrenador que no hablaba de los colegiados. Pero es que para mi eso no es malo, para mi hablar de los árbitros quiere decir que eres humano y ser humano es ir a la moda, ya que el resto lo somos. Pero él no quiere pasar a la historia como el entrenador del mejor Barsa de todos los tiempos (si, el que está siete puntos por detrás de un Madrid criticado), él lo que quiere es pasar, además, como el maestro zen, el gurú, el sabio, el bueno y el paciente. Pero el hombre tranquilo no aguantó ni una temporada al insoportable Ibrahimovich. Insoportable porque en realidad lo es, pero venía así de fábrica. Es como comprarte unos pantalones en el mercadillo y quejarte luego de su calidad. Salvo que este mercadillo vende prendas a ochenta millones de euros. Un capricho caro, apúntenlo a nombre de Pep. Pep ha criticado el corte del césped, si riegan mucho o poco, si los árbitros pitan mal o incluso si pitan bien. Pep es humano. Pep es el hombre mas tarjeteado de la historia del Barcelona, y todo por su palique. Pep es humano. Pep es normal. Pep es humano. Pep mola. Pep, Pep, Pep…

 

Pero la última ya ha podido conmigo. Después de una semana en la que pierde contra el Madrid y cae contra el Chelsea en Copa de Europa, inmerecidamente, pero perdiendo en la ida y empatando en la vuelta, Pep ha sido beatificado por el mundo del fútbol. Lógico, se lo ha ganado, de verdad lo creo así. Pero ya está intentando jugar con nuestra inteligencia de nuevo. Ha dado la nota criticando el baile de Alves y el improductivo Thiago el otro día en Vallecas. Yo no veo mal que se celebren así lo goles, no veo falta de respeto por parte de nadie, de hecho les mandaría unas dosis de NBA a todos aquellos que critican este tipo de actitudes. Señores, vamos a ver, no pasa absolutamente nada, paciencia y disfruten del espectáculo. Pero el gurú tiene la poca vergüenza de criticarlo, de decir que no es típico de jugadores del Barcelona. ¿De verdad? Estamos hartos de ver a jugadores del Barsa celebrando goles bailando (Alves, Abidal, …), de ver a Messi sancando la lengua y haciendo gestos con la cabeza en el Bernabeu y mil y una celebraciones similares. Pero quiere quedar como un santo criticando eso, mintiendo, diciendo que eso no es típico de sus jugadores cuando si lo es, y así hay constancia durante su mandato. En lugar de ganarte un sitio en el cielo criticando esta tontería, chato, ser divino, haber criticado a Messi en su día por dar pelotazos al público, por poner los aspersores en la celebración del Inter, por escupir y agredir como han hecho tus jugadores en más de una ocasión. Si quieres ganarte un sitio en el cielo, intenta entrenar a un equipo importante como el Real Madrid, y si no, cállate la boca. Hasta siempre, maestro zen.