martes, 26 de junio de 2012

Esencia de Barcelona.

José Miguel, uno de nuestros fieles seguidores, nos envió este artículo antes de empezar la Eurocopa. Como siempre, os invitamos a mandarnos los vuestros.

"Resulta curiosa la diferente percepción que de las cosas que tenemos los seres humanos. Si hablamos de fútbol, mucho más. Y si es de la rivalidad Madrid-Barça, no digamos.

A escasos días del inicio de la Eurocopa, con un sentido inigualable de la oportunidad, el excelente futbolista Xavi Hernández, esencia barcelonista por los cuatro costados desde la boca al pié, se despachó con unas declaraciones en las que subrayando el buen perder del Barcelona (secular, diría yo, para continuar con el discurso guardiolista decadente pero todavía imperante) decía sentir “que los jugadores del Real Madrid no se han mostrado tan respetuosos con nosotros al ganar el título como nosotros lo fuimos con ellos cuando ganamos el título”.

No voy a juzgar la inoportunidad de las mismas de igual manera que tampoco discuto el heliocentrismo ni la existencia de los Reyes Godos. Tampoco pretendo volver a entrar el manido debate de los estereotipos que se han construido estos años mostrando a Madrid y Barça como unidades dicotómicas estancas representativas del mal y el bien respectivamente. Ni siquiera pretendo volver a analizar la figura de Mourinho y si sabe perder, o el papel de la prensa en todo esto.

Siempre me sorprendió la facilidad para catalogar a alguien como mal perdedor o buen ganador. Pese a la estampa de club señor, no toda la historia blanca ha sido inmaculada. Yo me crié con dos derrotas en Tenerife, la primera con un arbitraje lamentable que años después sirvió a dicho árbitro para obtener la insignia de oro y brillantes del Barça. Y el Madrid calló. Pero calló de verdad. No de caer, de callar. Es fácil en la derrota encontrar en la queja una escapatoria. La frecuencia con la que culelandia desentierra a Franco es inigualable. Como si el caudillo, número diez a la espalda, hubiera filtrado pases a Gento, paredes a Di Stéfano o centros a Amancio.

Para mí, lo difícil, el señorío, siempre me pareció que residía más en la victoria, en el respeto al rival. Como en el rugby al terminar un partido. Y ahí creo que el Madrid ha sido siempre más modélico, y que Xavi equivoca el tiro. Juzguen los lectores. No he visto, a pesar de estos duros años de dominio del Barça, excesos entre los aficionados. El madridismo sabe que hay buen equipo, pero espera demostrarlo. Demostrarlo más años. No he visto al chulo de CR7 sacar manitas a Piqué o a Ramos decirle a Guardiola que esta liga se la quitamos a su pequeño país para traerla a España. Coño. Aunque puede que los seculares complejos blaugranas desataran en el triunfo una fuerza difícil de controlar. Pero ahí el Barça no ha tenido honor.

Y estas últimas declaraciones de Xavi, el jugador que más calienta a los árbitros, qué pitas, Undiano, qué pitas?, el que no cogió el teléfono cuando Casillas quiso arreglar el asunto (respondió su padre), ese mismo, demuestra que no, que ni en la derrota, ni en la victoria. Este es Xavi, esencia del Barça:

Junio 2012: "No pensé nunca que fuera premeditado, pero nos estaban perjudicando las decisiones arbitrales de una manera evidente. No pasa nada. Luego nos favorecieron cuando todo estaba decidido. Yo no quiero que me ayuden, me bastaría con que no me perjudiquen"

Esencia de Barcelona"