José Miguel, uno de nuestros fieles seguidores, nos envió este artículo antes de empezar la Eurocopa. Como siempre, os invitamos a mandarnos los vuestros.
"Resulta curiosa la diferente percepción que de
las cosas que tenemos los seres humanos. Si hablamos de fútbol, mucho más. Y si
es de la rivalidad Madrid-Barça, no digamos.
A escasos días del inicio de la Eurocopa, con un sentido
inigualable de la oportunidad, el excelente futbolista Xavi Hernández, esencia
barcelonista por los cuatro costados desde la boca al pié, se despachó con unas
declaraciones en las que subrayando el buen perder del Barcelona (secular,
diría yo, para continuar con el discurso guardiolista decadente pero todavía
imperante) decía sentir “que los jugadores del Real Madrid no se han mostrado
tan respetuosos con nosotros al ganar el título como nosotros lo fuimos con
ellos cuando ganamos el título”.
No voy a juzgar la inoportunidad de las mismas
de igual manera que tampoco discuto el heliocentrismo ni la existencia de los
Reyes Godos. Tampoco pretendo volver a entrar el manido debate de los estereotipos
que se han construido estos años mostrando a Madrid y Barça como unidades
dicotómicas estancas representativas del mal y el bien respectivamente. Ni
siquiera pretendo volver a analizar la figura de Mourinho y si sabe perder, o
el papel de la prensa en todo esto.
Siempre me sorprendió la facilidad para
catalogar a alguien como mal perdedor o buen ganador. Pese a la estampa de club
señor, no toda la historia blanca ha sido inmaculada. Yo me crié con dos
derrotas en Tenerife, la primera con un arbitraje lamentable que años después
sirvió a dicho árbitro para obtener la insignia de oro y brillantes del Barça.
Y el Madrid calló. Pero calló de verdad. No de caer, de callar. Es fácil en la
derrota encontrar en la queja una escapatoria. La frecuencia con la que
culelandia desentierra a Franco es inigualable. Como si el caudillo, número
diez a la espalda, hubiera filtrado pases a Gento, paredes a Di Stéfano o
centros a Amancio.
Para mí, lo difícil, el señorío, siempre me
pareció que residía más en la victoria, en el respeto al rival. Como en el
rugby al terminar un partido. Y ahí creo que el Madrid ha sido siempre más
modélico, y que Xavi equivoca el tiro. Juzguen los lectores. No he visto, a
pesar de estos duros años de dominio del Barça, excesos entre los aficionados.
El madridismo sabe que hay buen equipo, pero espera demostrarlo. Demostrarlo
más años. No he visto al chulo de CR7 sacar manitas a Piqué o a Ramos decirle a
Guardiola que esta liga se la quitamos a su pequeño país para traerla a España.
Coño. Aunque puede que los seculares complejos blaugranas desataran en el
triunfo una fuerza difícil de controlar. Pero ahí el Barça no ha tenido honor.
Y estas últimas declaraciones de Xavi, el
jugador que más calienta a los árbitros, qué pitas, Undiano, qué pitas?, el que
no cogió el teléfono cuando Casillas quiso arreglar el asunto (respondió su padre),
ese mismo, demuestra que no, que ni en la derrota, ni en la victoria. Este es
Xavi, esencia del Barça:
Junio 2012: "No pensé nunca que fuera premeditado, pero nos estaban perjudicando las decisiones arbitrales de
una manera evidente. No pasa nada. Luego nos favorecieron
cuando todo estaba decidido. Yo no quiero que me ayuden, me bastaría con que no
me perjudiquen"
Esencia de Barcelona"