En los últimos años hemos entrado en un torbellino azulgrana que atrae a todo lo bueno y hace que todo lo malo salga disparado. En estos años hemos vivido fenómenos antinaturales, los cuales intentamos razonar, sin conseguirlo, en nuestro centro meteorológico madridista. Posiblemente el mayor de estos fenómenos meteorológicos sea la lluvia de estrellas que produce la Masia. Es sensacional el trabajo realizado por la cantera culé, es digno de admiración sin duda: Piqué, Messi, Iniesta, Xavi,… Todo esto, esta gran constelación de estrellas, lo vemos desde nuestro telescopio madridista, tendríamos que estar muy ciegos para no hacerlo.
Lo que me lleva a escribir estas letras es otro fenómeno que he escuchado a muchos meteorólogos culés y que no acabo de ver. Se habla a viva voz que hay un agujero negro, situado en la galaxia madridista. Su cantera esta vacía, no se trabaja, no salen buenos jugadores. Las razones son muchas, dicen los entendidos con barretina. La principal es que al canterano no se le dan oportunidades. Otra es que no se trabaja bien en la cantera.
En nuestro observatorio no estamos de acuerdo con ninguna de estas afirmaciones. El trabajo de cantera es complicado, un chaval puede prometer muchisimo, más que nadie, durante 15 años y no llegar a brillar en el cielo futbolístico. Estamos hartos de escuchar ejemplos, Pardeza era el bueno de la generación del Buitre y aunque fue un gran futbolista, no llego a brillar tanto como Michel, Martin Vazquez, Sanchís o el propio Emilio Butragueño. Más recientemente, hemos escuchado a Messi e Iniesta decir que el bueno de su equipo era Victor Vazquez, otro de los canteranos del Barsa, pero que no tuvo tanta suerte.
Lo que parece que no queda claro es que la cantera es un recurso, es algo que un equipo trabaja con tesón para conseguir frutos. Pero es la cantera la que debe estar a disposición del equipo y no al contrario. Un equipo de fútbol no es una ONG, y el Real Madrid muchísimo menos. Es debatible si hay que darle minutos a los canteranos en momentos concretos, pero no podemos entrar en una espiral de tonterías pensando que Messi, Iniesta o Xavi no hubieran triunfado en el Madrid. También es debatible si los fichajes de la cantera no son tan buenos como los fichajes de la cantera culé, ya que recordemos que Piqué no triunfó como futbolista en la Masia, Iniesta vino del Albacete, Messi de Argentina, Busquets de Terrassa o Pedro de Tenerife. Lo cual es también digno de elogio, claro, pero que no nos vendan milongas.
La cantera del Madrid, La Fábrica como la llama el gran Alfredo Di Stefano, está más que trabajada. El año del sextete culé, el año que su cantera asombró a todo el mundo, la cantera merengue surtía con 106 jugadores a diversos equipos de todo el planeta, 52 de ellos en equipos de la Primera Division española, 42 la Segunda y 12 en otras ligas. Ninguno de estos fue Iniesta, ni Messi. Pero ninguno de estos fue, tampoco, Casillas o Raúl.
Total, que mientras los demás telescopios, la mayoría de ellos blaugranas, solo apuntarán al cielo para ver las estrellas que les convienen, yo invito a los demás astrónomos a que disfruten de toda la galaxia, incluidas las estrellas madridistas.
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